Silvia Calado Olivo. Madrid, abril de 2002
La escena musical española estaba en deuda con Juan Antonio Jiménez Muñoz, Jeros. Desde que el alma mater de Los Chichos, el trío que ponía banda sonora a la España arrabalera de los setenta y ochenta, falleció en 1995, estaba pendiente un homenaje. Ha sido su hijo, Julio Jiménez Borja, alias Chaboli, quien se ha encargado de tomar las riendas del proyecto, con la ayuda del guitarrista y compositor José Miguel Carmona, componente del grupo Ketama. De la concienzuda labor cosmética realizada a partir de masters originales de su voz ha surgido 'Homenaje a Jeros', un disco en el que se han prestado a colaborar desde flamencos como Niña Pastori, Pepe Habichuela, Montse Cortés o Farruquito, hasta aflamencados como Alejandro Sanz o Lolita, pasando por no flamencos como Jarabe de Palo. Chaboli cuenta cómo se ha desarrollado un trabajo que sale al mercado empapado de lágrimas, de emociones y de agradecimientos, atreviéndose a cerrar los ojos, a despojarse de vínculos, y a valorar a Jeros como "un hombre capaz de expresar todas las emociones de la vida cotidiana en canciones que ahora son himnos nacionales".
Homenajear a Jeros no ha sido una decisión repentina. Julio Jiménez Borja, Chaboli, el hijo del componente de Los Chichos, cuenta que lleva "luchando mucho tiempo por hacer un disco homenaje a mi padre", que falleció hace ya siete años. Varias circunstancias iban postergando el trabajo. Por una parte, el también productor de Niña Pastori comenta que, "había gente que decía haberse encargado de hacerlo desde un principio, pero cada uno estaba con sus cosas, uno haciendo giras, el otro produciendo, y se habían olvidado un poco". Por otra parte, una lógica situación personal: "Yo no me encontraba capacitado para escuchar la voz de mi padre... las cosas de los flamencos, las tonterías del flamenco. No tenía suficiente fuerza para hacer ese disco".
Con el tiempo, el "hijo predilecto" -que es lo que su apodo significa en romaní- consiguió reunir fuerzas. El premio que le dieron a Los Chichos al superar los quince millones de discos vendidos fue decisivo: "Me fui preparando porque sabía que allí se iba a estar escuchando la voz de mi padre". También influyó que Niña Pastori, su actual pareja, grabara en su anterior disco, 'Cañaílla', una versión de 'Yo vivo navegando', en cuya dedicatoria Chaboli y María firman que "Si existe la Gloria, Juan Antonio Jiménez, Jeros, estará allí". Y quizás el hecho de que la recopilación 'Ni más ni menos', que se editó en 1999, vendiera 250.000 copias. Había que "echar redaños" y se echaron. Chaboli lo tuvo al fin claro: "Me di cuenta enseguida de que el disco lo tenía que hacer yo".
Y echó mano de José Miguel Carmona porque "considero que es un músico capacitado no sólo para esto, sino para tocar con Michael Jackson o con cualquier figura, con todos mis respetos para el resto de la profesión". Sin ningún tapujo, Chaboli dice del componente de Ketama que "es una persona a la cual admiro tanto personal como profesionalmente, pues puede tocar igual por soleá, que con cualquier músico del mundo". La amistad que los une aseguraba el respeto mutuo. El hijo de Jeros dice que "Josemi se volvió loco" con la proposición. Y se pusieron manos a la obra.
La tarea se prometía ardua: "Mi padre tiene 198 canciones, de las cuales el noventa por ciento han sido éxitos". Pero sólo había un disco... "para elegir el repertorio, estábamos los dos descompuestos". La solución fue salomónica: "Hacernos una cinta para cada uno, nos las llevamos a casa y decidimos traer cada uno nuestra selección en una semana". La lista de José Miguel Carmona incluía ochenta temas, la de Chaboli setenta y tantas. Como era "un poco caótico", casi se decidieron por al azar y "lo hicimos un poco a voleo". Ahora, con algo de distancia, Chaboli reconoce que "podían haber sido otras canciones, pero creo que al final el disco ha salido como tenía que salir". Y ha salido un Jeros cualitativamente enriquecido -avance de los medios de producción mediante-, menos sintetizado, despojado de truculencia en la temática de sus canciones y, cosa curiosa, influido por los músicos a los que él, a su vez, influyó... el perfume ketamero es innegable.
También podían haber sido otras colaboraciones, pero así es el azar. "No las hemos seleccionado. Según se iba enterando la gente de que estábamos en el estudio ya grabando, recibíamos visitas de mil artistas, flamencos y no flamencos". Finalmente, registraron su voz junto a la de Jeros los cantantes Alejandro Sanz, Jarabe de Palo y Lolita; las cantaoras Niña Pastori, Montse Cortés, Marina Heredia; los cantaores Duquende, Pepe Luis Carmona y José Soto; y los actuales Chichos, formación en la que a los hermanos Julio y Emilio González se ha sumado el hijo de éste, Emilio González junior. Además, Pepe Habichuela puso el toque y Farruquito el baile. Chaboli aún no da crédito a que este elenco artístico se haya brindado a participar en el disco de su padre: "Yo he tenido la suerte de grabar con los mejores artistas, no sé por qué me han llamado y he podido estar cerca de gente grandísima en este país y fuera de este país".
El proceso de grabación ha sido de una intensidad emocional desmedida. Chaboli no puede evitar que se le agüen los ojos cuando cuenta las mil y una anécdotas acaecidas durante esos días en el estudio. "¿Qué le vas a ofrecer a Alejandro Sanz? Yo no tuve la suerte de estar cuando él cantó. Entré al estudio cuando salía de la pecera porque esa noche me había quedado currando en arreglos de metales". Josemi le contó que, "de repente, llegó allí Alejandro y dijo que si le dejábamos cantar. Y se quedaron todos descompuestos". Además, eligió 'Quiero estar solo', "el tema con el que me quedo de mi padre" y cuyo título quiso utilizar para el disco. Cuando lo oyó, dice que se pasó "una hora y media llorando con el tema... porque no podía parar de emocionarme al escuchar la voz de mi padre, el corazón, esos arreglos". Todavía más fuerte fue que cuando le dio las gracias al cantante, le devolviera el agradecimiento por dejarlo colaborar en el álbum. "Por mucha amistad que tenga con él, por mucho que le quiera y le admire -pues, al contrario, haber colaborado en el último disco de Alejandro Sanz es para Chaboli como "ganar un Oscar"-, que un artista como él te diga esas palabras...". O que las diga Lolita, que "llegó por allí un día que tenía de descanso y, reventá de currar, dijo que le apetecería cantar. Son cosas que...".
Chaboli (Foto: Daniel Muñoz)
La actitud de todos los colaboradores deja perplejo a Chaboli pues, sin intereses crematísticos de por medio, "los músicos venían a investigar a Jeros, no a decir toco, me pagas y me voy a mi casa. Al contrario, llegaban, empezaban a montar una batería, a buscar una afinación para el tema, una armonía". Y ese esfuerzo incluye tanto a músicos como a personal técnico: "Los ingenieros de sonido han intentado rescatar hasta el último suspiro de mi papa".
Y si emocionante ha sido para los visitantes, para el que jugaba en casa... "Te doy mi palabra de hombre de que no he sentido nunca en mi vida lo que he sentido grabando este disco. Es una sensación que queda para mí y que, hasta que me muera, voy a tenerla dentro. Meterte en la pecera con los cascos y escuchar la voz de tu padre y saber que le estás tocando un arreglo, una guitarra, metiéndole una armonía, tocándole una percusión, haciendo unos coros... cantar con tu padre, pues imagínate, no hay palabras". El llanto era uno más en el estudio. "José Miguel hacía igual, de repente, me veía y se tenía que ir... y volvíamos con los ojos hinchados". Estas lágrimas han disuelto la superstición y es ahora cuando Chaboli puede volver a acercarse al legado sonoro que su padre ha dejado: "Lo que ahora me hace disfrutar más en la vida es escuchar hablar de mi padre. Todo lo que es información sobre él me vuelve loco. No puedo evitar escuchar una y otra vez el master en el que tengo la voz sola de mi padre". Catarsis.
Pedir a Chaboli que argumente musicalmente para reivindicar la figura del componente de Los Chichos, olvidando los lazos personales, es complicado: "Yo cierro los ojos y me voy a olvidar de esa parte sensible. Yo escucho sus canciones, examino sus letras, las melodías y todo lo que hace Jeros. Mi conclusión es que es la persona que ha aportado un noventa por ciento de esa parte de la música española que se ha venido a denominar rumba, flamenco pop, fusión o como quieran llamarla". Aún apura más: "Jeros es un señor que ha marcado una época, unas melodías, una forma de sentir unas canciones, una vida... la gente se identifica al escuchar este disco, pues con esto nos hemos criado todos". Y destaca su forma de contar la vida: "Él contaba en sus letras. A mí me gustan esas que son muy sencillas y, al mismo tiempo, te dejan entender porque, últimamente, con los cantautores de hoy en día, que son genios, sin duda alguna, te cuesta un poco". Una frase lo resume: "Este hombre era capaz de expresar todas las emociones que cualquiera podía sentir en la vida cotidiana en canciones que son himnos de España". ¿Quién no es capaz de tararear 'Bailarás con alegría', 'Yo, el Vaquilla', 'Yo quiero a Mai'...?. Son, como dice la canción, para que tú las bailes. Son, son, para cantarlas al viento.
http://www.flamenco-world.com/artists/chaboli/echabol1.htm
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